El arte recogió la antorcha de la belleza, corrió con ella durante un tiempo y entró en EL MUSEO.

Un paseo por un museo imaginario que abre sus puertas a un grupo de visitantes que vivirán una apasionante aventura intelectual, emotiva y reveladora.

¿Hasta qué punto un espectador se implica en una obra de  arte?

El efecto sublime de la belleza nos puede transformar, arrebatar los sentidos, seducir y por unos instantes llevarnos a la catarsis¡¡¡¡¡